Lunes 21.03.2011
Contratapa
Aula satélite de la Escuela 237 de Oberá tendrá edificio propio
En dos semanas, el aula satélite de la Escuela Nº 237, de Oberá, tendrá su casa propia gracias al esfuerzo de comunidades hermanadas por las necesidades y la solidaridad.
Contratapa
Aula satélite de la Escuela 237 de Oberá tendrá edificio propio
En dos semanas, el aula satélite de la Escuela Nº 237, de Oberá, tendrá su casa propia gracias al esfuerzo de comunidades hermanadas por las necesidades y la solidaridad.
Cerca de 70 chicos accederán al nuevo espacio para estudiar
Días atrás, la Escuela Nº 888 de Panambí inauguró su nuevo edificio, mientras que la antigua estructura de madera fue desarmada y trasladada hasta Villa Stemberg. Ahí albergará a los chicos del aula satélite que actualmente funciona en la casa de Mirta Abreu, fundadora del hogar Merceditas.El espacio alberga y contiene a chicos en situación de riesgo, de entre cuatro y quince años, una alternativa que permitió reinsertar al sistema educativo formal a muchos niños que no estaban escolarizados. Hoy, la institución funciona con grados acoplados de primero a séptimo y cuenta con dos docentes, más la colaboración de una estudiante de magisterio. Gracias al apoyo de personas e instituciones, los responsables del hogar construyeron un aula en el patio de la casa de Abreu, también dan clases al aire libre y en la cocina de la vivienda.Sobre la obra, Abreu adelantó entusiasmada que “ya está el piso, colocaron las paredes y la estructura del techo, y calculamos que en dos semanas podríamos estar inaugurando nuestra escuela”. Respecto del mobiliario, comentó que estarían en condiciones óptimas de acoplar en uno los dos turnos actuales, ya que recibieron donaciones de varias escuelas de la zona. Cerca de 70 chicos accederán al nuevo espacio para estudiar.
Días atrás, la Escuela Nº 888 de Panambí inauguró su nuevo edificio, mientras que la antigua estructura de madera fue desarmada y trasladada hasta Villa Stemberg. Ahí albergará a los chicos del aula satélite que actualmente funciona en la casa de Mirta Abreu, fundadora del hogar Merceditas.El espacio alberga y contiene a chicos en situación de riesgo, de entre cuatro y quince años, una alternativa que permitió reinsertar al sistema educativo formal a muchos niños que no estaban escolarizados. Hoy, la institución funciona con grados acoplados de primero a séptimo y cuenta con dos docentes, más la colaboración de una estudiante de magisterio. Gracias al apoyo de personas e instituciones, los responsables del hogar construyeron un aula en el patio de la casa de Abreu, también dan clases al aire libre y en la cocina de la vivienda.Sobre la obra, Abreu adelantó entusiasmada que “ya está el piso, colocaron las paredes y la estructura del techo, y calculamos que en dos semanas podríamos estar inaugurando nuestra escuela”. Respecto del mobiliario, comentó que estarían en condiciones óptimas de acoplar en uno los dos turnos actuales, ya que recibieron donaciones de varias escuelas de la zona. Cerca de 70 chicos accederán al nuevo espacio para estudiar.
Fotos: Teresa - Colaboradora
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